En los muros de la capilla existen diferentes óleos de buena factura todos ellos y de características murillescas la mayoría. De esta forma nos encontramos con dos pinturas del tránsito entre los siglos XVII y XVIII que representan los Desposorios de la Virgen y la Adoración de los Pastores, salidos de la misma mano, con trazos murillescos y que forman pareja (1,63 x 2,34).
Junto al altar de la Trinidad se haya un óleo de San Diego de Alcalá del siglo XIX, con marco dorado contemporáneo (2,15 x 1,45). También de ese siglo, nos encontramos con otros dos lienzos, uno que representa la Aparición de un arcángel a San Francisco de Paula, en la parte izquierda del crucero y otro de la Aparición de la Virgen a San Félix de Cantalicio, copia del original de Murillo, sobre el otro lado del crucero.
Además, frente al de San Francisco se sitúa un lienzo del siglo XVIII con un Cristo crucificado, excelente copia de un original de Murillo.
Del siglo XIX también, en el muro de la epístola existe un óleo de la Asunción, que según el ya citado Federico García de la Concha podría proceder de la Ermita de la Encarnación de Triana. Este lienzo es citado por el escritor Felipe Cortines Murube en su obra “Capítulo Historial de la Asunción de Nuestra Señora en Sevilla” de la siguiente forma: “No quiero olvidar que la iglesia de la Aurora, en la villa de Los Palacios, guarda el precioso donativo de un lienzo del Trànsito, donde la actitud del Apostolado es de notable dramatismo, y que el pie del Sepulcro tiene dibujado un libro abierto y algunas flores, como símbolo de la Pureza da la Vida de la Virgen”.
Dentro de este apartado debemos señalar que existen tres exvotos realizados al óleo de comienzos del XIX, dos de los cuales presentan un texto que nos indica la fecha y el milagro realizado por Nuestra Señora de la Aurora (Anexo III).
Delante del retablo principal, nos encontramos con el guión de la antigua Hermandad del Rosario (1,22). Este está realizado en terciopelo rojo bordado en plata, decorado con rocallas estilizadas y con óvalo pintado al óleo que representa la Inmaculada, del siglo XIX.
A ambos lados de dicho retablo se hallan dos lámparas (0,30) en plata repujada y cincelada con decoración de rocalla y que tienen las siguientes leyendas: “ESTA LAMPARA ES DE Nra. Sª DE LA AURORA SE COSTEO A DEBOSION DE Dº THERESA BARQUERO EL AÑO 1783” y “ESTA LAMPARA ES DE Nª Sra. DE LA AURORA SE HIXO SIENDO MAYORDOMO DN. LOPE IDALGO Aº 17 44”.
Dichas lámparas están sostenidas por dos ángeles lampadarios, en madera recortada y pintados al óleo, de comienzos del siglo XIX.
Finalmente se conserva un cáliz (0.25) de la segunda mitad del XVIII, realizado en plata lisa, con los punzones: “AMAT”, “TRIAS” y otro ilegible.